Hay días en el que sentimos que todo va de mal en peor ¿Por qué? Hay miles de razones, si la dieta no está funcionando, si no estoy bajando de peso lo suficiente, si no tengo tiempo para mí, tengo mucho trabajo, en fin, son infinidades de razones por las que podemos pensar que el mundo se nos está viniendo encima.

Y no te lo digo, porque sea una súper mujer que da consejos de algo que supero ¡No! Te lo digo con la mano en el corazón como un ser humano que al igual que tú, tiene sus altos y bajos.

Mi experiencia cuando siento que algo no está funcionando hago lo siguiente.

1.- Enumero todas las cosas buenas que me han pasado en ese día, si no me ha pasado ninguna, voy a las de la semana o a las del mes.

2.- Acepto que soy un ser humano como cualquier otro y que necesito 5 minutos para estar triste, si como lo oyes, solo 5 minutos. No dejes que la tristeza o la decepción se lleven más tiempo.

3.- No te preocupes, por las cosas que no puedas solucionar, ocupa tu pensamiento en las que si puede darle respuesta y todo se ira encaminando.

4.- Desahógate, si necesitas, llorar, gritar, reír, hazlo. Deja fluir todo lo está ocupando un espacio que necesitas para las nuevas cosas.

 

Y ten siempre presente que ninguna vida es perfecta, debemos aceptarla y amarla con todas sus imperfecciones porque de eso se trata de disfrutarla con todo lo que trae consigo.